El éxito, en cualquier negocio, depende en primer lugar de
que usted posea un bien desarrollado
estado de las habilidades requeridas para ese negocio. Sin buenas habilidades musicales nadie puede
tener éxito como profesor de música; sin tener bien desarrolladas habilidades
mecánicas nadie puede alcanzar el éxito en ninguna de las profesiones que se
dediquen a la mecánica; sin mucho tacto y facultades comerciales, nadie puede
tener éxito en asuntos mercantiles.
Pero, el sólo hecho de poseer las
habilidades requeridas bien desarrolladas en su aptitud particular, no le
aseguran que usted pueda hacerse rico. Hay músicos que tienen un talento
notable, y que sin embargo siguen pobres; hay herreros, carpinteros, etc. que
tienen excelentes habilidades mecánicas, pero que no se enriquecen; y hay
comerciantes con buenas habilidades para tratar con la gente, y que, sin
embargo, fallan.
Las diferentes habilidades son herramientas; es esencial
contar con muy buenas herramientas, pero también es esencial que las
herramientas sean usadas del modo correcto. Un hombre puede tomar una buena
sierra, una escuadra, una buena garlopa, etc., y construir un hermoso mueble;
otro hombre puede tomar las mismas herramientas y ponerse a trabajar para hacer
una réplica de ese mueble, pero su obra será chapucera. Él no sabe usar las
buenas herramientas del modo adecuado. Las diversas facultades de su mente son
las herramientas con las que usted debe
realizar el trabajo que lo hará rico; será más fácil para usted tener éxito si
entra en un negocio para el que usted está bien equipado con herramientas
mentales.
Las diversas facultades de su mente son las herramientas con las que usted debe realizar el trabajo
que lo hará rico. Por lo general, usted hará las cosas mejor en el negocio en
el que use sus mejores habilidades; aquel para el cual usted está “hecho a la
medida.” Pero también hay limitaciones a
esta afirmación. Ningún hombre debería considerar su vocación como inamovible
en forma irrevocable, marcada por las tendencias con las cuales nació. Usted
puede enriquecerse en CUALQUIER negocio, ya que si no tiene el talento para
hacerlo, puede desarrollar ese talento; esto quiere decir simplemente que usted
tendrá que ir haciendo sus herramientas a medida que avanza, en vez de
limitarse a emplear aquellas con las que usted nació. Será MÁS FÁCIL para usted
tener éxito en una vocación para la que usted ya tiene los talentos en un
estado bien desarrollado; pero usted PUEDE tener éxito en cualquier vocación,
ya que puede desarrollar cualquier talento rudimentario, y no hay ningún
talento del cual usted no tenga, al menos, un rudimento. Usted se enriquecerá
más fácilmente, desde el punto de vista del esfuerzo, si hace aquello para lo
que usted está hecho a la medida; pero
se enriquecerá más satisfactoriamente si hace aquello que usted QUIERE
hacer. Hacer lo que usted quiere hacer es vida; y no hay ninguna satis‐facción
verdadera en la vida si nos obligan a hacer siempre lo que no nos gusta, y
nunca podemos hacer lo que sí La Ciencia de Hacerse Rico hacer; el deseo de
hacerlo es la prueba de que usted lleva dentro el poder que puede hacerlo. El
deseo es una manifestación de poder. El deseo de ejecutar música es el poder de
saber que puede eje‐cutar música buscando la expresión y el desarrollo; el
deseo de inventar dispositivos mecánicos es el talento mecánico en búsqueda de
su expresión y desarrollo. Donde no exista ningún poder, desarrollado o sin
desarrollar, para hacer una cosa, no hay nunca ningún deseo de hacer eso; y
donde existe el fuerte deseo de hacer una cosa, está probado con certeza que el
poder de hacerla es fuerte, y sólo requiere ser desarrollado y aplicado del
Modo Correcto. Si todo lo demás es más o menos igual, es mejor escoger el
nego‐cio para el que usted tiene el talento mejor desarrollado; pero si tiene un
gran deseo de llegar a algún tipo particular de trabajo, debería escoger aquel
trabajo como el objetivo final al que usted apunta y aspira. Usted puede hacer
lo que quiera hacer, y es su derecho y privilegio dedicarse al negocio o a la
vocación que sea la más interesante y agradable. Usted no está obligado/a a
hacer lo que a usted no le gusta, y no debe hacerlo, excepto como el medio para
lograr hacer lo que usted quiere hacer.
Si hay errores pasados que lo hayan
llevado a estar en un negocio o ambiente indeseable, usted puede estar obligado
durante un tiempo a hacer lo que no le gusta hacer; pero usted puede hacer de
ello algo agradable, sabiendo que eso permite que usted se vaya acercando a
lograr lo que quiere hacer. Si usted siente que no está en la vocación
adecuada, no actúe demasiado aprisa en la tentativa por entrar en otra. El
mejor camino, generalmente, para cambiar el negocio o el ambiente es a través
del crecimiento. La Ciencia de Hacerse
Rico Haga todo lo que usted pueda hacer de una manera perfecta cada día, pero
hágalo sin prisa, sin preocupación, sin temor. Vaya tan rápido como pueda, pero
nunca se apresure. Recuerde que en el
momento en que comience a apresurarse deja de ser un creador para transformarse
en un competidor; usted cae de nuevo al viejo nivel. Siempre que usted se
descubra apresurándose, haga un alto; fije su atención en la imagen mental de
la cosa que quiere, y comience a dar las gracias porque lo está consiguiendo.
El ejercicio de la gratitud nunca fallará para reforzar su fe y renovar su
propósito.
Extractado
de: La ciencia de hacerse rico