Hay millones
de personas que se creen “condenadas” a la pobreza y al fracaso porque suponen
que existe alguna fuerza extraña sobre la que no tienen dominio. Son esas
personas las creadoras de sus propias desgracias a causa de tal creencia
negativa, que es recogida por la mente subconsciente y vertida a su equivalente
físico.
Este es el
momento y lugar adecuados para sugerir de nuevo que puede usted beneficiarse
pasando a su mente subconsciente cualquier deseo que quiera traducir a su
equivalente físico o monetario, creyendo firmemente que el cambio realmente se
verificará. Su creencia o fe es el elemento que determina la acción de su mente
subconsciente. No hay nada que le impida a usted “engañar” a su mente subconsciente
cuando le dé instrucciones a través de la autosugestión.

El
subconsciente transmutará a su equivalente físico, a través del medio más práctico
posible, cualquier orden que se le dé en estado de creencia o fe sobre el hecho
de que la orden se ejecutará.
Mediante la experimentación
y la práctica, lograr la habilidad de mezclar la fe con cualquier orden dictada
al subconsciente. La perfección vendrá con la práctica. No puede llegar
solamente leyendo instrucciones.
Es esencial
que usted estimule las “emociones positivas” como fuerzas dominantes de su
mente, y no lo haga así, naturalmente, con las negativas.
Una mente
dominada por emociones positivas llega a ser una excelente morada para el
estado mental conocido bajo el nombre de fe. Una mente así dominada puede, a
capricho, dictar al subconsciente instrucciones que se aceptarán
inmediatamente.
Tomado de: Piense y hágase rico, Napoleon Hill.