Aceptémoslo, un «empleo fijo» no es seguro, es una ilusión de seguridad. Si en las expectativas de alguna persona está conseguir «la seguridad en el trabajo» es que ha perdido el contacto con la realidad. Los «trabajos seguros» siguen la senda de los dinosaurios: la extinción total e inminente. Ve eliminando el concepto «empleo seguro» de tu vocabulario. Quien los eche de menos siempre podrá recordarlos en los museos de historia.
Créeme, no existe nada que pueda llamarse «seguridad». La
seguridad es una fantasía. «La seguridad sólo es una superstición, no existe
tal cosa en la naturaleza. La vida es una aventura o no es nada», afirma Hellen
Keller (ciega y sorda de nacimiento, aprendió a hablar, se licenció en la
universidad y escribió libros y dio conferencias de autosuperación toda su
vida; por lo que recibió el reconocimiento del gobierno americano). Por fin
alguien habla claro sobre el tema.
Ningún barco está seguro fuera del puerto, pero los barcos
se construyeron para navegar los mares, no para buscar la seguridad. En mi
opinión, en el futuro la única seguridad consistirá en: a) mantenerse creativo
de por vida, y b) reaprender de por vida. Si somos capaces de crear utilidad, significado
y añadir valor, constantemente, de una y otra manera, entonces y sólo entonces,
no nos faltarán ingresos.
Unas personas trabajan toda la vida en un empleo para poder
sobrevivir, otras trabajan para crear un activo —o negocio— del que vivir el
resto de su vida. ¿Ves la diferencia? Yo sí, mira, si trabajas en un empleo,
cada vez tienes que trabajar más para ganar lo mismo. Si creas un activo cada
vez trabajas menos hasta que empieza a trabajar para ti. Un activo puede
hacerte ganar diez veces más que un empleo trabajando diez veces menos. ¿Puedes
ver la gran diferencia? Este párrafo sintetiza algo de lo que no oí hablar en
la escuela. Cuando lo pienso no lo puedo creer.
Sí, has entendido bien, las mentes ricas crean activos que
generan flujos de dinero; por el contrario, las mentes pobres crean más pasivos
que les sacan más y más dinero. Creo que todos debemos aprender la diferencia
entre un activo y un pasivo:
Activo = crea dinero
Pasivo = cuesta dinero
La diferencia entre activos y pasivos es tu patrimonio neto.
¿Podías detener tu lectura por un momento y calcular la cifra aproximada de tu
patrimonio neto? Mientras, voy a prepararme un té... Ya regresé; bien, si salió
una diferencia positiva, pero no lo suficiente, sigue leyendo. Si salió una cifra
negativa, estás en bancarrota, sigue leyendo. A todos: convertiros en expertos
en crear activos y no en especialistas en pasivos.
Más diferencias. Cuando consigues un empleo tienes que
trabajar; cuando consigues un activo, éste empieza a trabajar para ti. Mientras
la mayoría de personas se pasan la vida estudiando para trabajar, y así
conseguir una nómina, otros ocupan su tiempo en crear activos que garanticen su
jubilación.
En este momento es más sencillo trabajar para ti y crear
activos que nunca antes en la historia.
¿Por qué es mejor un activo que un empleo? Porque no puedes
poseer un empleo pero sí puedes poseer un activo. Porque no puedes vender un
empleo pero sí puedes vender un activo. Porque un empleo deja de darte dinero
cuando te detienes y en cambio un activo seguirá proporcionándote dinero
después de que tú hayas dejado de trabajar. ¿Lo tienes claro? (Puedes marcar
este párrafo.)
Insisto, creo que depender económicamente de un empleo forma
parte de un modelo que funcionó bien en el pasado pero que ofrece dudas en la
actualidad.
Entiendo que esta opinión puede resultar chocante para una persona
que valora por encima de todo una nómina y un empleo; y que además no conoce
otra vía para obtener ingresos. Pero probablemente en los próximos 15 años, el
mundo laboral —en Occidente, al menos— será irreconocible. En la economía
postindustrial el trabajo cambiará más que en los dos siglos anteriores.
El mundo actual está cambiando a un ritmo sin precedentes.
Todo está cambiando tan velozmente que, en Europa, ni
políticos, ni sindicatos ni trabajadores pueden asimilarlo. Sus discursos no se
corresponden con los cambios que se avecinan. Aquí estamos transitando a una
economía de servicios en la que la materia prima será: el talento, la
innovación, la tecnología y el conocimiento. El resto de empleos serán en buena
parte los denominados Mcjobs (en dudoso honor a los McDonalds): trabajos de
alta rotación y baja paga.
Con semejantes expectativas, ¿quién quiere un
empleo?
Buscarse un trabajo tiene una consecuencia obvia y es que
acabas teniendo mucho trabajo. Peor, acabas enterrado bajo una montaña de
trabajo. Lo siguiente que sucede es esto: un trabajador está tan ocupado en su
trabajo que no tiene tiempo para pensar en cómo hacerse rico. Hablando de
ricos...
Amancio Ortega, Míster Zara, un hombre hecho a sí mismo.
Creó el grupo Inditex, en el que la nave capitana es Zara con sucursales en
todo el mundo. Es el décimo hombre más rico del mundo y el primero de España.
La clave de todo está en el innovador sistema que siguen sus cadenas de ropa.
De sus dos provectos para la innovación, él mismo dice: «El proyecto Ponte dos
Brozos y el Centro de Desarrollo y Tecnología tienen el mismo objetivo de
fomentar la innovación. El primero en el campo de la educación, el segundo para
ayudar a demostrar que desarrollo humano y revolución tecnológica son fuente de
prosperidad». Su clave: la innovación.
El futuro de Europa, EE. UU. y Japón está en la innovación,
no en la producción. Innovación: todo aquello que huele a fresco. Recuérdalo.
Hoy asistimos perplejos a la transición del pleno empleo al
pleno desempleo, entendiendo por esto último no un caos laboral, sino un
mercado laboral diferente: flexibilidad, eventualidad en la ocupación, baja
retribución por hora, contratos de bajo contenido.
España tiene la tasa de
contratos en temporalidad más alta de Europa: el 30%. Está ocurriendo y, sin
perdernos en valoraciones, es mejor preguntarse: ¿cómo podemos prepararnos para
trascender las desventajas de este escenario?
El cambio se ha instalado en el mundo y va a quedarse (como
ruido de fondo). La buena noticia es que los cambios traen oportunidades
proporcionales a la velocidad del cambio (la de éste es frenética). De hecho,
cada vez que hay un cambio (tecnológico, mercado, necesidades...) emergen
grandes oportunidades. ¿Y tú? ¿Esperas tu oportunidad, buscas tu oportunidad o
creas tu oportunidad?
Creo que los europeos están viendo sacudidas sus
mentalidades por el fenómeno de la globalización sin que su capacidad de
respuesta pueda anticiparse al cambio y ofrecer una reacción adecuada. Los
anglosajones, tanto europeos como americanos, son más flexibles al cambio. Lo
que sabemos es que las mayores oportunidades serán para quienes se muevan
rápido en los contextos de cambio. Los lentos perderán sus opciones y pagarán
cara su rigidez. Las mentalidades flexibles ganarán, las acartonadas perderán.
Quienes no vean la oportunidad en el cambio lo sufrirán.
Ningún empleo, por bueno que sea, puede ofrecerte verdadera
libertad ni hacerte rico. «Puesto de trabajo» es un paradigma que falla por
todos lados, pierde aceite. No digo que alguien no disfrute en un empleo
(aunque, la verdad, es la rara excepción), sino que «vivir de un empleo» puede
salir muy caro desde el punto de vista financiero. Espero que estemos pronto de
acuerdo en que el pasaporte a la libertad y la prosperidad es: «Mi propio
negocio personal». Suena bien, ¿verdad?
• Tú tiempo te pertenece, ¿a quién si
no? ¿Y dónde está escrito que hay que ocuparlo en algo que no te convence?
• Tu economía te pertenece, ¿a quién si no? ¿Y qué sentido
tiene seguir recetas financieras que no funcionan?
• Tu libertad te pertenece, ¿a quién sino? ¿Y no es la
libertad el derecho más elemental del ser humano?
Sí, tu vida te pertenece. Y lo siguiente que te diré es que
tendrás que conquistarla. Es tuya, de acuerdo, pero debes ganarla. Seamos
sinceros, que te pertenezca no significa que sea gratuita.